lunes, 16 de noviembre de 2009

José I. Graells Editorial 18/10/09

Por lo general, desde Voces Imprudentes nos abocamos a cuestiones políticas y sus aspectos coyunturales. Pero teniendo en cuenta el revuelo mediático que se generó a partir de las declaraciones de Maradona luego de vencer a Uruguay, nos pareció pertinente dedicar estas líneas al asunto.
Existe una coincidencia generalizada de que las palabras de Maradona, fueron por lo menos, desacertadas. La falta de educación, y la pobreza en todos sus sentidos, quedaron expuestas una vez más.
Innumerables son las frases y hechos en los que Maradona fue noticia por sus exabruptos verbales. Desde el Papa para abajo, pasando por presidentes, dirigentes y periodistas, todos fueron blancos de las habladurías del Diez.
Pese a todo, el último gran ídolo argentino, sigue adelante. Continua su camino bajo la protección y compañía del dueño del circo, Julio Grondona, el payaso de Bilardo y un sequito de periodistas amigos. Perdón, y sus hijas, que al mejor estilo Cobos, son fuente de consulta de sus decisiones.
Por su parte, la prensa volvió a jugar el papel que mejor le sienta: la victimizacion. Rápidamente, la corporación mediática repudió los dichos reproduciéndolos una y otra vez, evidenciando lo que ya es explicito; la pornografia de la información.

¿Porque Maradona ataca a la prensa?
¿No fue la prensa quien lo cubrió y respaldó durante toda su carrera futbolística?
¿No es acaso el lobby de la empresa Torneos y Competencias quien lo depositó en su cargo?
¿Por qué la prensa ataca a Maradona? ¿Por qué el equipo juega mal o por que solo da notas a sus amigos?
¿Los cuestionamientos periodísticos no se relacionan con la posición de Maradona respecto a la ley de medios?

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