lunes, 5 de julio de 2010

LEY DE MEDIOS

Artículo publicado en la revista Debate el viernes 2-7-2010. Entrevista a Gabriel Mariotto, titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Qué cambia

- La ley 26.522 reemplaza al viejo decreto-ley de Radiodifusión, sancionado en 1980, durante la última dictadura cívico-militar.
- La Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, organismo descentralizado y autárquico, reemplaza al Comité Federal de Radiodifusión (Comfer).
- Según la vieja ley, el Comfer debía estar a cargo de un representante de cada fuerza militar, otro de la SIDE y de las empresas privadas. De ahí que estuviese siempre intervenido. La Autoridad Federal quedará conformada por representantes del Ejecutivo y de la oposición.
- Habrá un mínimo requerido de producción nacional en los contenidos, tanto musicales como cinematográficos. Y, para los medios regionales, habrá una cuota de producción local para federalizar la información.
- Se reserva un tercio del espectro para organizaciones no gubernamentales y otro tercio para el sistema de medios públicos.
- Las licencias se entregan por diez años y se pueden renovar por otros diez. Concluido ese plazo, los licenciatarios deben volver a concursar.
- Se incorpora la figura del Defensor del Público. Podrá actuar de oficio o ante denuncias. Está concebido como una especie de fiscal permanente del público, con derecho, por ejemplo, a convocar a audiencias públicas.
- Las empresas que distribuyen señales no pueden, a su vez, generar contenidos. Las empresas de cable, por ejemplo, no pueden tener canales de aire y sólo están autorizados a tener un canal de cable.
- Se limita la cantidad de licencias que puede tener una misma empresa. Por ejemplo, hasta diez radios o diez canales de televisión y hasta veinticuatro cables en todo el país. Además, no se pueden tener más de tres licencias en un mismo lugar físico.




Las críticas y los fantasmas

Uno de los fantasmas que han azuzado algunos opositores al proyecto es que, con la ley, lejos de diversificarse la palabra, se va a tender a la unificación de los discursos en otro sentido. ¿Qué les contesta?
Eso es un desprecio al contenido de la ley, que va en línea con los intereses mezquinos que le adjudicaron para no discutir nada. También dijeron que se iban a discutir licencias cada dos años o que iban a desaparecer señales. O que se iban a perder trabajos. Mentiras. Los argumentos que usaron los grupos monopólicos y sus voceros en la oposición fueron absolutamente mezquinos y de poco fundamento. De hecho, va a haber más trabajo y muchas más posibilidades para los jóvenes, y ninguna señal va a dejar de existir porque exista la ley.
TN, entonces, no va a desaparecer.
No, no va a desaparecer. Lo que sí va a suceder es que tendrá que competir con otras señales de otros empresarios e, incluso, de otra naturaleza jurídica, como las organizaciones sin fines de lucro.
¿De qué manera concreta una ONG puede acceder a una licencia? ¿Cuáles son las condiciones, los requisitos?
Se pueden presentar a concurso para ser licenciatarios del 33 por ciento del espectro que les está reservado. Así de simple. Esto, entre otras cosas, va a servir para saber quién está emitiendo. Será tal cooperativa, tal sindicato, tal organismo de derechos humanos, tal club de fútbol. Hoy no sabemos quién está emitiendo, ni desde dónde nos hablan. Muchas veces esas sociedades están licuadas en empresas que no están declaradas en la Autoridad de Aplicación porque la vieja ley permitía esa gambeta.
Otra cosa que también se dijo es que esta ley iba a desincentivar las inversiones privadas en la industria de medios.
Todavía no encontré a nadie que venga a devolver una licencia porque da pérdida. Ninguno de los licenciatarios, ni antes ni después de la ley, ha dicho que perdió plata y quería devolver su licencia para que se vuelva a llamar a concurso. Eso no es así, es absolutamente falso. Acá estamos frente a un cambio de paradigma tecnológico que permite pluralidad y diversidad, como la incorporación de la digitalización. La digitalización en manos del monopolio hubiese sido un problema para los ciudadanos. Tendría un fin lucrativo terrible, que lo hubiese hecho inaccesible para una buena parte de la población. Por suerte, este cambio se hace con un Estado que, a partir de una ley de la democracia, genera inclusión y equidad.



Telefónicas y convergencia

Más allá de lo que permitió en términos de conseguir un consenso más amplio, ¿cree que fue un error o una limitante el vedar el ingreso de las empresas telefónicas en el negocio audiovisual, teniendo en cuenta hacia dónde apuntan los cambios tecnológicos?
Las distintas descalificaciones que sufrió el tratamiento de la ley, producto de una estigmatización o una falsedad argumental, encontró en la incorporación de la convergencia tecnológica un continente para resistir y frenar el tratamiento de la ley. Pero la Presidenta, con mucha inteligencia, preservó lo esencial de la ley y dejó que estas cosas quedasen para más adelante. Creo que los empresarios de la comunicación no estaban en condiciones objetivas para asumir un debate tan profundo como éste.
¿Es una materia pendiente?
Sí, por supuesto. Éste es un debate que se debe reabrir en cualquier momento. La convergencia tecnológica es inevitable y la incorporación de nuevas tecnologías tiene que darse previa discusión en el Congreso, con un objetivo claro: que no haya posiciones dominantes, que no haya monopolio bajo ningún aspecto.
Entonces se dijo que detrás de todo estaba el control de Telecom.
La estigmatización para descalificar la discusión tenía varias puntas. Ésa fue una. Lo cierto es que, en algún momento, la sociedad va a tener que debatir cómo incorporar nuevas tecnologías, cómo llevar adelante esa convergencia tecnológica sin que ninguna empresa, cualquiera fuere, se quede con una posición dominante.

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